¿Qué es la base de cotización y cuáles son sus funciones?
La base de cotización es el importe bruto que cobran los trabajadores por cuenta ajena cada mes. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, ese importe está fijado por el gobierno.
¿Qué es la base de cotización de los trabajadores por cuenta ajena?
El importe de la base de cotización está constituido por el salario bruto que cobran los trabajadores por cuenta ajena cada mes junto con las pagas prorrateadas y días de vacaciones no disfrutados. Estos datos aparecerán en la nómina mensual claramente especificados.
Dependiendo de la categoría profesional que figure en el contrato, el salario bruto tendrá un mínimo y un máximo regulado por la Ley. Los tipos de categoría profesional aparecen en los grupos de cotización del Régimen General de la Seguridad Social.
Sin embargo, existen otros elementos en la nómina que no están incluidos en la base de cotización. Nos referimos a las horas extra que realice el trabajador, los gastos derivados por transporte o locomoción, los gastos de formación del empleado y las dietas laborales.
¿Qué es la base de cotización de los trabajadores por cuenta propia?
En el caso de los autónomos, la situación cambia. Dado que no perciben un sueldo por parte de ninguna empresa, su base de cotización viene determinada por el Estado. En el 2019, ese equivalente al sueldo bruto mensual está establecido en 944,40€ (mínimo) y 4.070,10€ (máximo).
El motivo de que se haya establecido esa especie de sueldo mínimo y máximo se debe a que los trabajadores por cuenta propia no siguen el Régimen General de la Seguridad Social sino el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
¿Qué función tiene la base de cotización?
Seguro que más de una persona, en este momento, se estará rascando la cabeza tratando de entender la diferencia entre base de cotización y sueldo o preguntándose por qué el importe que esperaba recibir es inferior a lo esperado. Vamos a tratar de explicarlo de manera que despejemos todas esas dudas.
El importe que aparezca en la base de cotización de la nómina (en el caso de los trabajadores por cuenta ajena) y de la determinada por el gobierno (en el caso de los trabajadores autónomos) sirve para deducir una serie de cuotas y como cifra de referencia para el cálculo de las prestaciones de la Seguridad Social.
¿Y por qué se deduce ese importe? Hay dos razones para realizar dicha reducción.
Enfermedad.
Los trabajadores (por cuenta ajena) cobran en base a unas horas de trabajo especificadas en su contrato. Es decir, que si tienen que realizar 40 horas a la semana, se les paga por esas 40 horas.
Pero, claro, siempre y cuando trabaje esas 40 horas. Desgraciadamente, el ser humano está aquejado de ciertas debilidades. Por ejemplo, no es inmune a padecer ciertas enfermedades comunes (gripe) o puede desarrollar una afección más compleja. Además, debido al azar, está expuesto a sufrir un accidente en cualquier momento. Esto no quiere decir que tenga que suceder. Pero, en el caso de que así sea, no podrá cumplir con su obligación contractual y estará de baja médica. Al no poder cumplir con su obligación contractual, la deducción realizada en su base de cotización le permitirá contar con ingresos, a pesar de no trabajar.
Cese laboral
Como hemos visto en el punto anterior, una baja médica es una contingencia que impide al trabajador o trabajadora desempeñar su labor habitual. Pero, en cuanto se recupere, regresará a su puesto.
Ese retorno no sucederá en caso de despido o jubilación. La reducción económica en la base de cotización permitirá que el trabajador disponga de una serie de ingresos conocidos como paro y pensión. Su importe se calcula en función de la base de cotización. Es decir, que cuanto más alta sea, mayor será la cantidad que perciba.