¿Qué es el IBI, cómo se calcula y quién tiene que pagarlo?

Si quieres saber qué es el IBI, te diremos que se trata de uno de los impuestos más importantes en España. Porque grava todo espacio físico en propiedad. Es decir, los bienes inmuebles.

A continuación, vamos a desarrollar este impuesto, aprenderemos a calcularlo y veremos quién tiene obligación legal de pagarlo.

Qué es el IBI

Estas siglas identifican al Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Se trata de un tributo anual que recauda el Ayuntamiento desde 1990. A partir de esta fecha, todo propietario de viviendas, locales, naves industriales, plazas de garaje y similares está obligado a abonar su cuantía. Sin embargo, no afecta a inmuebles de dominio y uso públicos. Como tampoco a las carreteras o vías terrestres públicas y gratuitas.

Cabe destacar que este impuesto no grava a las personas sino a los inmuebles. Así que su abono corresponderá al propietario de los mismos, con independencia de quién sea este. Por otro lado, su importe varía en función de los valores catastrales. Es decir, que no tiene un importe fijo. Pero el Ayuntamiento puede intervenir en su cálculo o valor final cuando desee.

Regulación

En primer lugar, las condiciones legales de este impuesto aparecen recogidas en la Ley reguladora de las Haciendas Locales (RD Legistativo 2/2004). Además, también figura en la Ley del Catastro Inmobiliario (RD Legislativo 1/2004) y en su Reglamento de Desarrollo (RD 417/2006).

Cómo se calcula el IBI

Dado que cada Ayuntamiento escoge el importe de este impuesto, no existe una fórmula definida para su cálculo. Sin embargo, los factores que afectan al mismo son los siguientes:

• La localización del inmueble.
• El valor del suelo o del inmueble.
• La antigüedad del edificio.
• Las características urbanísticas del suelo.
• El coste material de las construcciones.

Para poder elegir el tipo a aplicar a cada inmueble, el Ayuntamiento emplea una serie de coeficientes. Estos provienen del ministerio de Hacienda, según la Ley de Haciendas Locales. También dependerán de si se encuentran en la ciudad o en el campo. No obstante, se suele emplear un 0,4% o un 1,3% para áreas urbanas. En el caso de las rurales, el coeficiente oscila entre el 0,3% y el 0.90%.

Por otro lado, el IBI supone uno de los principales ingresos de las arcas públicas. Si se modifica el valor catastral de un suelo, el impuesto aumentará su cuantía en consecuencia. De la misma manera, se incentiva el desarrollo de una zona concreta rebajando su importe. Además, en los municipios donde entren en vigor nuevos valores catastrales, los Ayuntamientos tienen la opción de establecer tipos de gravamen reducidos. Eso sí, durante un máximo de seis años. Así que, el Ayuntamiento también es un importante agente del mercado inmobiliario.

Quién tiene que pagar el IBI

Según indica la Ley, todo propietario de un bien inmueble está obligado a efectuar el pago del IBI con carácter anual. Es decir, que no necesita disfrutar del mismo ni de vivir en él para tener que abonarlo. En caso de no hacerlo, será sancionado con un recargo, además de cumplimentar el total estipulado.

Sin embargo, como hemos visto al principio, existen una serie de inmuebles exentos de su pago. Por lo general, se trata de inmuebles estatales o municipales. Pero, a su vez, están excluidos los edificios diplomáticos junto con los organismos oficiales. Los terrenos de la Iglesia y otro tipo de asociaciones caritativas tampoco se ven afectados por este impuesto. Y, finalmente, también se libran terrenos dedicados al transporte o monumentos patrimoniales.