¿Qué es un asesor fiscal y cuáles son sus funciones?
Se llama asesor fiscal al profesional que se encarga de gestionar las obligaciones tributarias de las personas físicas y jurídicas, además de emitir recomendaciones que redunden en la obtención de un mejor ahorro para ambas.
Diferencia entre asesoría y gestoría
Lo que diferencia a una asesoría de una gestoría es que ésta segunda gestiona una mayor variedad de trámites mientras la primera limita su actividad a un campo específico.
De esta manera, una asesoría se limita a trabajar con temas de impuestos (asesoría fiscal), todo lo que tenga que ver con el trabajo (asesoría laboral) o relacionados con las cuentas de la empresa (asesoría contable).
Dicho esto, conviene aclarar que existen otro tipo de asesorías: financiera, de ventas y de recursos humanos. Sin embargo, dado que su raison d’être no guarda relación con el trabajo de una gestoría, no las hemos incluido en el párrafo anterior.
¿De dónde provienen los asesores?
La palabra asesor proviene del latín (assessor) y se empleaba con el significado de ayudante o asistente. Etimológicamente, significa «el que se sienta al lado».
Los romanos, como sabemos, establecieron un sistema administrativo muy organizado y jerárquico. Tanto, que cada posición relevante iba acompañada de otra persona, sobre la que delegaba determinadas responsabilidades, ordenaba el cumplimiento de una misión específica o consultaba para desempeñar mejor su trabajo.
Con el paso del tiempo, este tipo de estructura se ha ido modificando de una u otra manera, reemplazando los títulos de cargos por otros. Sin embargo, la esencia de su función se ha conservado a través de un nombre genérico que ya se empleaba en la antigüedad por el mismo motivo.
Funciones de un asesor fiscal
Las principales funciones que desempeña un asesor fiscal son las siguientes:
a) Advertir a su cliente de las oportunidades y opciones para ahorrar impuestos.
b) Realizar la Declaración de Impuestos de Sociedades, la Declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y la liquidación trimestral del IVA, IGIC e IRPF en tiempo y forma.
c) Estudiar la contabilidad y el Resultado contable para estudiar el factor oportunidad en la Ley al objeto de efectuar para su cliente un estudio pormenorizado de la empresa, además de la aplicación de la normativa en vigor al efecto de obtener para su cliente el menor impacto tributario.
Por supuesto, estas funciones no son las únicas que realiza un asesor fiscal. Simplemente representan las obligaciones inherentes a su trabajo. El resto de opciones que ofrecen a sus clientes variará en función de la asesoría. Por ejemplo, es habitual que informen sobre la normativa tributaria y de la actuación administrativa requerida, asesoren en asuntos tributarios de aduanas o comunidades autónomas, realicen un plan fiscal acorde a los recursos de sus clientes y los asesoren o representen para defender sus derechos frente a la Administración Tributaria.
Responsabilidad legal de un asesor fiscal
Si sois seguidores de un equipo de fútbol, habréis visto varias noticias en los últimos años sobre jugadores que han ido a juicio por fraude fiscal. Bien, pues esto es precisamente lo que un buen asesor fiscal debe realizar: evitar que su cliente cometa delito.
El problema, por supuesto, reside en la forma de transmitir determinados consejos. Una cosa es decir que «no puedes hacer eso, porque es ilegal» y otra muy distinta es « puedes hacer eso, pero que sepas que es ilegal», guiñando un ojo.
La Ley General Tributaria regula el secreto profesional de los profesionales en el artículo 93.5. Tal y como aparece expuesto, sin mencionarlos, incluye a los asesores fiscales. Por tanto, dependerá de la buena voluntad de los mismos el hecho de denunciar actos contrarios a la Ley.