Ratio de solvencia: qué es y cómo se calcula
El ritmo de actividad de una empresa es constante. Especialmente dentro del apartado económico. Porque, aparte de generar ingresos, tiene que atender a una serie de pagos. Pero, además, como las personas, piensa en el futuro. La planificación de su actividad a corto, medio y largo plazo se realiza en el momento presente. Para saber si va a poder realizar una serie de inversiones, poner en marcha varios proyectos o, simplemente, poder atender a sus compromisos pecuniarios a tiempo, necesita un indicador que le muestre su salud financiera. Y este marcador es lo que conocemos como ratio de solvencia.
Qué es el ratio de solvencia
Llamamos de esta manera al ratio que mide la capacidad de pago de la empresa. Cuanta mayor capacidad de pago tenga (es decir, si puede abonar las deudas que ha contraído dentro del plazo de vencimiento), mayor será su solvencia.
Su función es la de proporcionar información a la empresa para saber si podrá atender a sus deudas en un momento determinado, como, por ejemplo, si estuviese pensando en aumentar la plantilla en los próximos tres meses.
Diferencia entre solvencia y liquidez
El concepto de solvencia, sin embargo, no es sinónimo de liquidez. Al menos, en lo que a economía de empresa se refiere, ya que no es necesario disponer de liquidez para ser solvente. Eso sí, si dispone de liquidez, siempre será solvente.
Vamos a entender mejor esta diferencia, cuanto menos paradójica. Para ello, recordaremos la definición de liquidez: dinero en efectivo con el que cuenta la empresa. Esto explica sin problemas que, cuando la empresa dispone de liquidez, siempre estará en disposición de atender a sus deudas sin problemas. Es decir, será solvente.
La otra parte es menos intuitiva. Porque la solvencia de una empresa no depende únicamente de su activo corriente (dinero en efectivo) sino también de su activo no corriente (inversiones). Esto quiere decir que, si el dinero está invertido en maquinaria o edificios, cuenta con recursos que le permiten atender sus deudas, a pesar de que la caja se encuentre vacía.
Cómo se calcula el ratio de solvencia
Para calcular el ratio de solvencia de una empresa, necesitamos emplear los datos que figuran en el balance de situación. Por un lado, sumaremos los importes de los activos y, por el otro, el de los pasivos. Dicho de otra manera, calcularemos el importe total de lo que tenemos y lo dividiremos por lo que debemos.
No obstante, debemos saber que existen otras formas de establecer el ratio de solvencia. Por ejemplo, dividiendo el Pasivo por el Patrimonio Neto, que es lo que se conoce como ratio de endeudamiento. De la misma manera, podemos calcular el ratio de endeudamiento a largo plazo (dividiendo el Pasivo no corriente entre el Patrimonio Neto), el ratio de deuda (dividiendo el Pasivo entre el Activo) o el ratio de apalancamiento financiero (dividiendo el Activo entre el Patrimonio Neto). Sin embargo, aquí vamos a continuar con el que figura en la fórmula, ya que es el más representativo, a nivel general, de todos ellos.
Qué significa el resultado del ratio de solvencia
El resultado que nos de el ratio nos va a permitir interpretar la situación real en la que se encuentra la empresa. Obviamente, los datos que nos proporcione este cálculo deberán de analizarse según el sector de actividad al que se dedique, ya que lo que puede parecer negativo en algunos campos no es tan preocupante en otros.
Por otro lado, los resultados demasiado altos no son sinónimo de estar realizando una buena gestión económica. El ratio de solvencia, tanto por exceso como por defecto, indica que la empresa tiene un problema serio con sus recursos, puesto que se puede encontrar en situación catastrófica (por defecto) como perdiendo valor de sus activos (por exceso).
A continuación, vamos a ver el significado estandarizado de los resultados del ratio de solvencia, explicando la condición financiera en la que se encuentra la empresa. Pero volvemos a recordar, una vez más, que estos datos se deben interpretar realizando una comparación con el resto de empresas del sector. Insistimos de la importancia de llevar a cabo este análisis para conocer con precisión la situación de solvencia real de la empresa.
a) si el ratio de solvencia es inferior a 1
Es este caso, las deudas sobrepasan a los recursos activos de la empresa y ésta no puede afrontar su pago. Por tanto, cuando obtenemos este resultado, lo que el ratio de solvencia nos estará indicando es que nos encontramos en situación de quiebra.
b) si el ratio de solvencia es inferior a 1,50
Es este caso, las deudas son superiores a los recursos activos de la empresa y ésta va a tener problemas a la hora de afrontar su pago. Por tanto, cuando obtenemos este resultado, lo que el ratio de solvencia nos estará indicando es que nos encontramos en una situación delicada y debemos tomar medidas urgentes al respecto.
c) si el ratio de solvencia es igual a 1,50
Es este caso, las deudas están igualadas con los recursos activos de la empresa y ésta no va a tener problemas para afrontar su pago. Por tanto, cuando obtenemos este resultado, lo que el ratio de solvencia nos estará indicando es que nos encontramos en una situación equilibrada.
d) si el ratio de solvencia es superior a 1,50
Es este caso, los recursos activos sobrepasan al importe de las deudas de la empresa y ésta va poder afrontar su pago. El problema, sin embargo, aparece por otro lado, porque lo que el ratio de solvencia nos estará indicando es que contamos con un exceso de activos improductivos y debemos tomar medidas urgentes al respecto.
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