TPV

Cada vez que realizas un pago (por ejemplo, en una tienda, restaurante o supermercado) sin emplear dinero físico, empleas un TPV. O, si lo prefieres, «terminal punto venta». Pero no lo confundas con el datafono.

Este artículo, además de enseñarte la diferencia entre ambos, te explicará el funcionamiento completo de un TPV y todas las funciones que realiza dentro de un negocio.

Qué es un TPV

En primer lugar, un TPV actúa igual que un ordenador. Es decir, que posee un software que le permite realizar determinadas operaciones, pero también un hardware a través del cual desarrollarlas.

Ahora que sabes cómo funciona, es el momento de conocer su funcionalidad. El TPV es una herramienta de gestión de ventas. Es decir, que no solo se encarga de efectuar el cobro de una venta, sino que, también, se encarga de imprimir el ticket o factura, actualizar el inventario, enviar la operación a la entidad de crédito y realizar informes de cara a la posterior gestión comercial.

Por otro lado, su uso más conocido entre los clientes es el de permitir el pago a través de tarjeta, ya sea de crédito o de débito. Este es el motivo de que se suela denominar datáfono al TPV, pues este aparato es la cara visible de todo el proceso. Aunque, como verás en el último apartado, no son exactamente lo mismo.

Tipos de TPV

El TPV, como has visto antes, consta de dos elementos:

• Un software, encargado de realizar toda la actividad comercial.
• Un hardware, que posibilita dicha realización.

En general, el software del TPV tiene un desarrollo estandarizado y adaptable para cada negocio. De esta manera, el programa informático ofrece las mismas funciones operativas, pero ajustadas a la actividad comercial que realice.

No obstante, los negocios pueden solicitar un software más específico para sus necesidades. En este caso, además de un significativo aumento de precio, el TPV dispondrá de una configuración única y diferente a la estandarizada.

En cuanto al hardware, la implementación física del sistema informático dependerá de los componentes. Para entenderlo mejor, un TPV necesita:

• Una CPU , cuya función equivale a la de la caja registradora.
• Un monitor, donde visualizar las operaciones.
• Un teclado, que sirve para navegar y anotar las operaciones.
• Una impresora, para imprimir el ticket de compra o la factura.
• Un cajón portamonedas, conectado a la «caja registradora» de la CPU
• Dos lectores, tanto de código de barras como de tarjeta, que sirven para marcar la compra y ejecutarla, respectivamente.

A partir de aquí, todo dependerá del modo en el que estos estén integrados o si se desea añadir algún periférico más. Por otro lado, la conexión entre cada elemento puede ir a través de un cableado o de forma inalámbrica (Bluetooth, Wi-Fi o GPRS). Así que, como puedes comprobar, dispones de muchas alternativas. Sin embargo, lo normal es que no te tengas que comer demasiado la cabeza con esto. Porque lo normal es que el hardware del TPV venga junto en el mismo paquete.

Funcionamiento del TPV

De manera resumida, supón que tienes una tienda de ropa y un cliente quiere comprar un pantalón. Al pasar el código de barras del producto por el lector, aparecerán los datos en el monitor.

A continuación, seleccionarás el método de pago. Si es efectivo, usarás el terminal como caja registradora. Aunque es posible que tienda cuente con un periférico automatizado para billetes y monedas, que se encargará de ingresar el dinero y devolver el cambio por su cuenta.

En caso de que el pago se realice con tarjeta, el cliente deberá pasarla por el lector de tarjetas y escribir el código, en caso de ser necesario.

Por último, el programa contabilizará la venta, eliminará un pantalón del inventario y realizará el informe correspondiente del proceso mientras imprime el ticket.

El datáfono

Si bien este aparato efectúa las labores propias de un TPV (es decir, automatizar el proceso de venta), solo admite el pago con tarjeta. Así que, si tu cliente prefiere pagar en efectivo, no te sirve para nada, hablando en plata.

Sin embargo, resulta imprescindible si el pago se produce con tarjeta. Tanto de crédito como de débito. Porque agiliza todo el proceso de venta.